Coseche los beneficios de un gallinero urbano
Por Leslie Finical Halleck
Para empezar quiero decirles lo orgullosa que me siento de Dallas. En mi opinión, los residentes de nuestra ciudad han dado un gran paso hacia adelante en 2009 al comprender el concepto de agricultura urbana. Aunque no sea aún la tendencia general en la ciudad de Dallas, estamos progresando. Nuevos hortelanos están saliendo a la luz y el movimiento de la cría casera de gallinas sigue ganado fuerza. No hay razón alguna por la que los citadinos no pueden ni deberían de cultivar y criar sus propios alimentos localmente como parte de un modo de vida sostenible. El cultivo de verduras, el compostaje y la cría de pequeños animales son componentes vitales de un estilo de vida sano y más allá, de una comunidad sana. Según un reciente Informe del Consejo de ciencias y salud pública publicado por la Asociación médica estadounidense, crear recursos locales de alimentos orgánicos, naturales y sostenibles es clave para la salud pública en Estados Unidos. Criar gallineros en los jardines privados para conseguir huevos frescos forma parte de un sistema de alimentación sostenible.
Saber de dónde provienen exactamente nuestros alimentos es reconfortante, como mínimo. Saber cómo tratan tu alimento cuando está aún vivo, es aún mejor. Dado que los huevos son mi principal fuente de proteína animal, es importante para mí saber que las gallinas que los producen viven sana y felizmente. Cuidar y criar mis propias gallinas es la mejor manera para mí de asegurarme de esto. Me permite controlar de qué están hechos los huevos que como, sabiendo lo que les doy de comer a mis gallinas. A los pollos y a las gallinas les gusta comer hierba y se alimentan también buscando insectos y gusanos. Cuando comen una dieta natural con mucha luz solar, producen huevos frescos, sabrosos y muy nutritivos, que comerá realmente con ganas sabiendo lo sanos que son.
Hay una gran diferencia entre los huevos comprados en la tienda y los huevos frescos de una granja. Los pollos y gallinas de criadero industrial están encerrados en espacios reducidos sin acceso al exterior y al aire libre. La luz solar y la alimentación a base de insectos no forman parte de sus vidas. Son alimentados a base de cereales y el valor nutricional de sus huevos refleja este hecho. Nuestras opciones han mejorado ahora con las tiendas que venden más huevos orgánicos y de granja, pero aún así las gallinas criadas en criaderos de producción masiva “orgánica” o “de granja” pueden estar encerradas la mayor parte de sus vidas en espacios con limitado acceso al exterior. Como resultado, el típico huevo comprado en una tienda suele ser más líquido y la yema tiene un color amarillo pálido. Por el contrario, al romper un huevo criado “en el jardín”, notará que la clara es densa y firme, y la yema es de color naranja intenso. Los huevos caseros de jardín suelen contener un 25 por ciento más de vitamina E y un tercio más de vitamina A, y este bonito color naranja es sinónimo de un 75 por ciento más de betacaroteno. También contiene niveles significativamente más altos de ácidos grasos omega 3 que aquellos de criaderos industriales.
El sabor es también otro gran factor. Si no ha probado nunca un huevo fresco de granja, de verdad se está perdiendo algo. Se dará cuenta que los huevos frescos criados en el jardín tienen un rico sabor auténtico y una consistencia mucho más densa que la de los huevos comprados en la tienda. Los huevos comprados en la tienda no son tan frescos como quisiéramos que fueran; pueden tener días o incluso semanas cuando llegan a nuestra cesta de la compra. A medida que pasan los días, el aire penetra por la cáscara de los huevos, con lo cual disminuye la intensidad de sabor, se pierde contenido nutricional y consistencia del huevo.
Sea que haya empezado a cultivar una huerta de verduras orgánicas y que ahora quiera añadirle gallinas a su jardín privado, o viceversa, ambos se combinan perfectamente. Una vez que añada el compostaje, lo cual es indispensable para cultivar, se acercará bastante a lo que llamo un sistema en circuito cerrado. Sus gallinas y usted consumen las verduras frescas del jardín y las sobras y verduras pasadas van al compostaje. Todos los desechos de su gallinero, tales como la litera y el estiércol, también sirven para el compostaje. El compost producido es un excelente abono para sus plantas. Ya no se malgastan los desechos.
El estiércol de gallina es una de las mejores fuentes naturales de nitrógeno y constituye un excelente fertilizante, especialmente para la huerta. Las heces felinas y caninas contienen E. coli, lo cual puede contaminar los recursos acuíferos de la ciudad así como sus cosechas de verduras, en cambio el estiércol no. Si tiene dificultades para lograr el proceso de descomposición de su compost lo suficientemente rápido, el estiércol de gallina puede ser el catalizador que necesita.
¿Ya mencioné lo divertido que es tener sus propias gallinas? Descubrirá que cada variedad y gallina individualmente tiene su propia personalidad. Muy pronto se volverán un miembro más de la familia, al igual que su gato o perro favorito, proporcionándole además el desayuno cada mañana. Tener gallinas en el jardín es una estupenda actividad familiar al aire libre y puede ayudar a los niños a entender de dónde viene su comida. El mantenimiento diario tan sólo requiere unos cinco minutos, pero ya verá que querrá dedicarles mucho más tiempo a sus pájaros. Las gallinas son bastante tranquilas y dedicando unos 30 minutos semanales a la limpieza del gallinero evitará que se vuelva sucio y maloliente. Cuando se cuida de un gallinero urbano de forma responsable, criar gallinas en su jardín puede ser también una manera excelente de hacer amistades entre vecinos y en la comunidad. ¿Cuál es el trato con mis vecinos? Cuando cuidan a mis gallinas, ¡se llevan huevos a cambio!
Si ha considerado tener un gallinero en su jardín, pero aún no ha dado el gran paso, aquí tiene algunos elementos que considerar. Averigüe cuál es la reglamentación acerca de los animales en su ciudad. La ciudad de Dallas tiene una sola restricción: no se permiten los gallos. Otras ciudades tienen restricciones diferentes, con lo cual debe asegurarse de cumplir con las normativas. No, no se necesita un gallo para obtener huevos porque las gallinas simplemente ponen huevos no fertilizados listos para su consumo. Tenga al menos dos gallinas, ya que son animales sociales. Necesitará construir un cobijo contando unos dos pies cuadrados de área de gallinero por pájaro y al menos 4 pies cuadrados de espacio para “correr” por pájaro . Tenga en mente que hay muchos halcones y águilas en el Norte de Texas; contar con un área cubierta es la mejor manera de proteger el gallinero de los predadores. Una vez alcanzada la edad necesaria, las gallinas pueden poner un huevo diario según la raza. La producción de huevos suele disminuir después de varios años, dependiendo también de la raza y de la salud de la gallina. Las gallinas pueden vivir hasta 8 ó 10 años en un gallinero bien cuidado; tiene que estar dispuesto entonces a guardarlas como mascotas una vez que ya no pongan huevos. Asista a programas locales y reuniones de asociaciones para aprender todos los trucos y secretos sobre cómo criar exitosamente un gallinero de jardín y muy pronto tendrá huevos frescos.
Nacida para criar gallinas Recorridos primaverales de los gallineros Peep at the Coops, el primer recorrido anual de gallineros urbanos, está planeado tener lugar el 18 de abril, con una segunda fecha disponible para el 25 de abril en caso de que lloviera. El recorrido incluirá hasta 10 gallineros urbanos, que irán desde simples cobertizos prefabricados modificados de manera a albergar gallinas, hasta diseños elaborados y peculiares especiales para gallinas. Para más información sobre cómo criar sus propias gallinas: |
LESLIE FINICAL HALLECK received her B.S. in Biology/Botany from University of North Texas and her M.S. in Horticulture from Michigan State University. From 1992- 1996, she worked garden center retail and ran her own small gardening business. In 1998, she joined the Dallas Arboretum, first as Curator of Plants and then Director of Horticulture Research, a joint position with Texas A&M University. In 2005 she joined North Haven Gardens in Dallas as their General Manager. Over the last 13 years, she’s written for scientific, trade and popular garden publications and regularly lectures and teaches gardening programs. www.growlively.typepad.com/